domingo, 8 de noviembre de 2009

ADORA...



Estamos en la mitad del servicio, se siente como el Espíritu Santo se mueve en el lugar, la adoración es potente y sabemos que Dios esta ahí... Quien dirige o predica dice lo siguiente "levanten sus manos”.... ¿¿por que?? Confieso que no me gusta cuando dicen eso, o cosas por el estilo. Creo que el problema no esta en sus intenciones de que todos adoremos, de hecho seria genial que así sucediese, que todos en unidad adoremos con fervor, pero muchas veces no es así porque no todos estamos en la misma situación con Dios. Creo y siento que el adorar a Dios es algo tan intimo, y que debe ser tan genuino, que primero que todo la adoración debe estar adentro de uno, es ahí donde el fuego debe consumirlo absolutamente todo, luego como una declaración de que a Él le adoramos, levantamos las manos, o cerramos nuestros ojos. En Mateos 15:8-9 dice “Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran...” Lo importante es lo que hay en el corazón. Entonces cuando le decimos a alguien que levante sus manos, probablemente lo hará pero ¿que tan conciente será de porque lo hace? no digo que todo el que levante sus manos lo haga como respuesta a una mera orden, pero siempre esta latente la posibilidad de que alguien si lo haga, o simplemente no lo haga porque no quiere, y opino que es preferible eso, a que lo haga por obedecer, por que expresar nuestra adoración con el cuerpo tiene que ser resultado de una adoración del alma como la que vemos en salmos 42:1-2 “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”
Además esto puede ser similar a decirle a alguien no mientas sin decirle porque no debe hacerlo, pues Dios no nos manda a cumplir leyes por cumplirlas, sino porque debemos hacer el bien y ser santos para lograr un beneficio mayor a todo, estar con Él, nuestro creador, para toda la eternidad, por que ese es nuestro motivo de existir, entonces todos sabemos que cumpliendo esas leyes o normas haremos bien pero lo hacemos por un motivo mayor a la orden y a si mismo debe ser la adoración, debemos practicarla por un motivo mayor, no porque sea un deber del cristiano, o porque te enseñaron que era bueno, pues entonces no existe la adoración. Esta debe darse porque Dios es digno de adorar, por que nos creo para ser instrumentos de alabanza, porque son instancias donde estamos en comunicación con nuestro creador a quien declaramos gratitud y por quien sentimos necesidad, y por sobre todo, por que le amamos y esta es la manera de declararle nuestro amor.

Salmos 63 (Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.)
1 Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
2 Para ver tu poder y tu gloria,
Así como te he mirado en el santuario.
3 Porque mejor es tu misericordia que la vida;
Mis labios te alabarán.
4 Así te bendeciré en mi vida;
En tu nombre alzaré mis manos.
5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho,
Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.
7 Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
8 Está mi alma apegada a ti;
Tu diestra me ha sostenido.
9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma
Caerán en los sitios bajos de la tierra.
10 Los destruirán a filo de espada;
Serán porción de los chacales.
11 Pero el rey se alegrará en Dios;
Será alabado cualquiera que jura por él;
Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.


Insisto Dios se agrada de ver manos levantadas pero cuando son producto de un corazón mas apasionado de lo que estas pueden mostrar.


bendiciones!

martes, 27 de octubre de 2009

necesito.

Conversaba con un hombre hace días, me costaba entender su postura, hablaba de leyes y normas, deberes que se debían cumplir, tantas cosas que me aburrían y me parecían tan contradictorias con sus ideales de libertad, finalmente le pedí que se quedara callado, de dije que no tenia problemas con lo que él quisiera creer pero que no me metiera en su cuento. Cuando el hombre dejo de hablar, se fue, cuando se fue comenzaron a hablar los problemas y las soluciones, poco a poco lo que aquel hombre me había dicho cobraba sentido y ya no eran normas y leyes sino mas bien necesidades y ventajas. Entonces comencé a entender que a veces los hombre arruinamos las cosas no porque existan sino porque no comprendemos su real valor, porque simplemente se quedan con la teoría, con lo que dicen que es, pero se olvidan de la practica y la pasión, de la necesidad de hacer las cosas no porque se deba hacer sino porque es vital hacerlo.

La Biblia no habla de deberes sino de necesidades.
Adorar a Dios no es un deber es una necesidad.

lunes, 26 de octubre de 2009

Extracto de la carta de un hombre redimido para el hombre que lo salvo.

…Tanto amor, es demasiado como para entenderte, es que no me negaste nada, absolutamente nada, hasta la última gota de sangre entregaste, resistiéndolo absolutamente todo, asumiste mi condición y cumpliste mi obligación. Enfrentaste lo que yo no podría enfrentar, callaste lo que yo no podría callar y haz dicho más de lo que yo podría decir, porque en tu corazón de hombre hubo más compasión, más obediencia, más valor, más amor que en todos los corazones juntos, de todos lo hombres buenos juntos.


Es que tu no me enfrentaste como un padre a su hijo, sino que me hiciste tu hermano para mostrarme tu victoria y no mis derrotas, para decirme que me había equivocado no solo en errar sino también en justificar un error que no debió ser cometido, pero tu lo arreglaste, yo siendo como una vasija que a caído al suelo, y los pedazos se han vuelto casi polvo cubierto de sombras, sin embargo, tu que podrías haberme desechado con tan solo un soplido, me tomarme, cada diminuto pedazo, me tomaste de entre la basura, ensuciando tus manos de obras perfectas y limpiando cada uno de mis detalle derramando tu sangre, me restauraste desprendiéndote de toda tu gloria, la que por derecho de Hijo de Dios y de Hijo de Hombre es tuya, y me hiciste como una vasija nuevo.

Llenaste de vida mis huesos roídos, con el dolor de los tuyos, renovaste con esperanza mis venas contaminadas de veneno mortal, y por ese amor que no entiendo, cambiaste mis manos por las tuyas, mi sangre por la tuya, mi aliento por el tuyo, cambiaste mi vida por la tuya.


Te hiciste hombre, te hiciste siervo, te diste como un esclavo, y me amaste, me amaste tanto y yo sigo equivocándome, sigo necesitándote, siendo demasiado lo que haz hecho, te sigo necesito para siempre, porque no puedo amar como tu amas, ni vivir como tu viviste sin estar contigo como tu haz estado conmigo.


Es que nos amaste tanto que siendo Santo te hiciste hombre para que, siendo hombres, seamos santos.


Solo me queda darte gracias, que mis acciones te den gracias, que mis alegrías te den gracias, que mi alma te de gracias, que toda mi vida te de gracias, por que, desde el principio de todo, es lo que mereces, desde antes que el viento susurra y las aves cantan, desde antes que la luz brilla y el mar baila, porque desde hace tanto tu me amaste, y primero que todos me hablaste y por tus acciones me demostraste que aun desde tan lejos que yo estaba tu aun me amabas.


Gracias.



Extracto de la carta de un hombre redimido para el hombre que lo salvo, JESUS.