…Tanto amor, es demasiado como para entenderte, es que no me negaste nada, absolutamente nada, hasta la última gota de sangre entregaste, resistiéndolo absolutamente todo, asumiste mi condición y cumpliste mi obligación. Enfrentaste lo que yo no podría enfrentar, callaste lo que yo no podría callar y haz dicho más de lo que yo podría decir, porque en tu corazón de hombre hubo más compasión, más obediencia, más valor, más amor que en todos los corazones juntos, de todos lo hombres buenos juntos.
Es que tu no me enfrentaste como un padre a su hijo, sino que me hiciste tu hermano para mostrarme tu victoria y no mis derrotas, para decirme que me había equivocado no solo en errar sino también en justificar un error que no debió ser cometido, pero tu lo arreglaste, yo siendo como una vasija que a caído al suelo, y los pedazos se han vuelto casi polvo cubierto de sombras, sin embargo, tu que podrías haberme desechado con tan solo un soplido, me tomarme, cada diminuto pedazo, me tomaste de entre la basura, ensuciando tus manos de obras perfectas y limpiando cada uno de mis detalle derramando tu sangre, me restauraste desprendiéndote de toda tu gloria, la que por derecho de Hijo de Dios y de Hijo de Hombre es tuya, y me hiciste como una vasija nuevo.
Llenaste de vida mis huesos roídos, con el dolor de los tuyos, renovaste con esperanza mis venas contaminadas de veneno mortal, y por ese amor que no entiendo, cambiaste mis manos por las tuyas, mi sangre por la tuya, mi aliento por el tuyo, cambiaste mi vida por la tuya.
Te hiciste hombre, te hiciste siervo, te diste como un esclavo, y me amaste, me amaste tanto y yo sigo equivocándome, sigo necesitándote, siendo demasiado lo que haz hecho, te sigo necesito para siempre, porque no puedo amar como tu amas, ni vivir como tu viviste sin estar contigo como tu haz estado conmigo.
Es que nos amaste tanto que siendo Santo te hiciste hombre para que, siendo hombres, seamos santos.
Solo me queda darte gracias, que mis acciones te den gracias, que mis alegrías te den gracias, que mi alma te de gracias, que toda mi vida te de gracias, por que, desde el principio de todo, es lo que mereces, desde antes que el viento susurra y las aves cantan, desde antes que la luz brilla y el mar baila, porque desde hace tanto tu me amaste, y primero que todos me hablaste y por tus acciones me demostraste que aun desde tan lejos que yo estaba tu aun me amabas.
Gracias.
Extracto de la carta de un hombre redimido para el hombre que lo salvo, JESUS.

No hay comentarios:
Publicar un comentario